Moody’s prevé que la política marcará el rumbo del riesgo crediticio en 2026

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La agencia calificadora Moody’s Investors Service advirtió que, durante 2026, el riesgo crediticio global estará menos influido por los ciclos económicos y más por las dinámicas políticas, en un contexto de polarización, tensiones internacionales y transformaciones tecnológicas.

En un análisis difundido este lunes, la firma señaló que la polarización política está modificando las reglas tradicionales de gobernanza y debilitando los mecanismos institucionales. “El creciente desencanto ciudadano con los partidos tradicionales y los efectos de la globalización han impulsado una postura más aislacionista en las principales economías”, indicó Moody’s, al advertir que esta tendencia vuelve más fragmentadas y transaccionales las relaciones internacionales.

La agencia alertó que esta reconfiguración del entorno político puede incrementar la incertidumbre, debilitar la confianza institucional y elevar los riesgos crediticios. A ello se suma —dijo— un entorno financiero caracterizado por débil disciplina fiscal y escasa flexibilidad monetaria, condiciones que podrían frenar el crecimiento económico mundial, “aspectos que los mercados aún subestiman”.

Moody’s también destacó que el panorama financiero está evolucionando rápidamente. El crédito privado, antes un segmento marginal, se ha consolidado como un competidor y aliado de la banca tradicional, con perspectivas de expansión. Sin embargo, advirtió que persisten inquietudes sobre la transparencia, el apalancamiento y las interconexiones dentro del sistema financiero.

Asimismo, el informe resalta que las finanzas digitales y la tokenización de activos están transformando el acceso a la liquidez y la eficiencia del mercado, aunque introducen nuevos riesgos regulatorios y tecnológicos.

La calificadora añadió que la inversión en chips avanzados y centros de datos continúa en ascenso, impulsada por el auge de la inteligencia artificial (IA). No obstante, subrayó que el verdadero desafío estará en cómo las organizaciones gestionen los riesgos cibernéticos, ambientales y sociales, junto con los cambios normativos y competitivos.

En el ámbito climático, Moody’s señaló que los fenómenos meteorológicos extremos generaron pérdidas por 318 mil millones de dólares en 2024, lo que ha llevado a las aseguradoras en países desarrollados a elevar primas y restringir coberturas. Esta tendencia, advirtió, puede deprimir el valor de las propiedades, reducir ingresos fiscales y aumentar la dependencia del apoyo estatal.

Aunque los gobiernos están destinando más recursos a la adaptación climática, estos compiten con otras prioridades presupuestarias. En los mercados emergentes, la inversión en esta área continúa muy por debajo de los 387 mil millones de dólares anuales que se consideran necesarios.

Finalmente, Moody’s señaló que instrumentos financieros como los bonos catastróficos y las cláusulas de deuda vinculadas al clima ofrecen solo soluciones parciales frente al creciente impacto de los riesgos ambientales en la estabilidad económica mundial.