Avanza en el Senado Reforma Energética con Abstención Sorpresiva de la Oposición

ÚLTIMAS NOTICIASPOLÍTICA

Las comisiones del Senado de la República aprobaron el dictamen de reforma energética, en una votación que surgió por la abstención de la oposición, pese a que había mantenido un discurso crítico frente a algunos de los cambios legislativos, aunque también reconoció aspectos positivos de la propuesta.

El documento, que consta de más de mil páginas, fue avalado con 22 votos a favor, 8 abstenciones y un voto en contra, este último de la senadora priísta Claudia Anaya. Se espera que en los próximos días el dictamen sea discutido y votado en el pleno del Senado. La reforma contempla la expedición de ocho nuevas leyes y modificaciones a dos más.

Durante la presentación del dictamen, la presidenta de la Comisión de Energía, Laura Itzel Castillo, resaltó que la iniciativa busca devolver a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) su carácter de empresas públicas del Estado. El objetivo, según Castillo, es hacer las más eficientes, transparentes y productivas, bajo un esquema de austeridad.

Uno de los puntos centrales de la reforma es que las actividades de Pemex y la CFE dejarán de ser consideradas monopólicas, eliminando la separación legal de sus subsidiarias. Además, en el sector eléctrico, se garantiza la preeminencia del Estado sobre la iniciativa privada, asegurando que al menos el 54% de la generación de energía inyectada al Sistema Eléctrico Nacional quede en manos del gobierno.

En cuanto a los hidrocarburos, se otorga a Pemex preferencia en la exploración y extracción, aunque la empresa podrá decidir si desarrolla los proyectos con inversión propia o en asociación con el sector privado. También se contempla la creación de la Comisión Nacional de Energía, que absorberá las funciones de la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos.

El coordinador del PAN en el Senado, Ricardo Anaya, criticó a Morena y sus aliados por calificar la reforma energética de 2014 como un fracaso, cuando —según él— “el 90% del contenido de este dictamen es exactamente la misma reforma de hace diez años, sin cambiarle ni una coma”.

Anaya reconoció que hay aspectos positivos en la iniciativa, como la apuesta por una electricidad más accesible y limpia, pero acusó al oficialismo de priorizar el control del Estado por encima de la eficiencia del sector. También señaló que la limitación del 46% en la generación eléctrica privada podría afectar el suministro de energía, dado que el Estado no tiene la capacidad suficiente para producir toda la electricidad que el país necesita.

Además, expresó su preocupación por la creación de la Comisión Nacional de Energía, ya que, a su juicio, estará completamente bajo el control de la Secretaría de Energía, lo que podría restablecerle autonomía y transparencia.